¿Dónde nos miran las chicas en el primer contacto?
Esta prueba se ha realizado infinidad de veces utilizando a los tíos de conejillos de indias y dejándonos prácticamente a la altura de betún, si no más abajo. El resultado es que nos perdemos en un triangulo de las Bermudas formado por la cara, tetas y culo. Pero… ¿será igual en las féminas?
Para desvelar la incertidumbre, que mejor que llevar a cabo una prueba empírica: cojamos un buen espécimen humano varón bien plantado y dotado y monitoricemos hacia donde se van esas «miraditas«: ¿será la cara? ¿serán los bíceps? ¿o más bien el culete o el paquetorro?
Si es que en el fondo… Marte y Venus no están tan lejos ¿no?
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